lunes, 7 de septiembre de 2015

Probándome como profesor 

Desde que empece la carrera estaba seguro que en algún momento tendría que dar clases, y no es que me disgustara la idea pero simplemente no sabia como hacerlo bien. En la preparatoria tome asesorías con un par de profesores pero al igual que sus clases me parecían muy aburridas y por lo tanto no aprendía nada, en parte era mi culpa por la actitud clásica de adolescente que tomaba, pero también había un grave problema en la dinámica del profesor. En fin no tenia muchas opciones por que mi  promedio no era bueno y aunque prefería aprender las asignaturas por mi cuenta, la asistencia a las clases de nivelación eran obligatorias.

Cuando faltaban unos meses para presentar el examen a la universidad la director se dio cuenta de que la deficiencia en las calificaciones de matemáticas eran extensas, por lo que decidió que había que había que cambiar de estrategia y mando llamar a un grupo de estudiantes de matemáticas de la universidad y el resultado fue totalmente distinto. Los estudiantes que llegaron eran claro gente joven que con seguridad nos entendían mejor que los profesores, y tenían un  método mas dinámico, nos reíamos todos  cuando las cuentas no salían y es que no sentíamos que hubiera una presión con ellos.
En mi opinión ellos tenían las ideas mas frescas y era ese el motivo de su éxito con nosotros, y en parte fue lo que me inspiro y dio seguridad para querer algún día enseñar.

Una vez que tuve las ganas de enseñar solamente me faltaba el método, ¡y vaya que es difícil! La primera vez que lo intente fue con un grupo de estudiantes de ingeniería industrial, era un tema sencillo y una amiga me había pedido el favor, pero todo resulto un desastre: eran demasiados y lo que yo creí que seria un serie de clases se convirtió en una sola sesión ya que el grupo solamente tendría esa oportunidad en la que todos coincidían en horario y disponibilidad y yo tuve que condensar todo el contenido que tenia planeado en una mediocre clase. 

las cosas no iban tan bien como yo esperaba, pero esa mala experiencia no evito el darme cuenta de que de verdad disfrutaba ayudando a mis compañeros en lo que sea que no entendieran, y que si disponía de suficiente tiempo y preparación podía explicar muy bien algún concepto y decidí intentarlo con menos gente, algo mas personal.

Ahora, ya que logre consolidar la paciencia y dedicación requeridas para dar una buena asesoría un amigo me ofreció unirme a el y a su iniciativa de trabajo, su plan es empezar a cobrar las clases a alumnos que las necesiten y a un precio justo. Que mejor forma de empezar a ganar dinero extra con algo que me apasiona.   

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